#ElPerúQueQueremos

Francisco López de Gómara y la construcción del espacio social de las colonias

Publicado: 2010-08-10

Francisco López de Gómara (Gómara, Soria 1511-1566) estuvo, sin duda alguna, entre los historiadores humanistas más influyentes del renacimiento español. Su Historia general de las Indias, impresa por primera vez en 1552 en Zaragoza, forma parte del monumental díptico Hispana Victrix, que también incluye La conquista de México. En conjunto, el proyecto historiográfico de Gómara es de los más ambiciosos y comprensivos del siglo XVI, no sólo porque pretende narrar y explicar los mayores procesos de descubrimiento y conquista realizados por España en el continente americano--los de México, Centroamérica y Perú--, sino también porque entabla un diálogo polémico con las principales líneas del pensamiento europeo del momento en cuanto a la legitimidad de la presencia española en las Indias: las representadas por Bartolomé de Las Casas y por Juan Ginés de Sepúlveda, contricantes en la Junta de Valladolid de 1550-1551.

En materia ideológica, Gómara se alinea con la posición de Sepúlveda, que aboga en el diálogo Démocrates Segundo por la justicia del proyecto imperial español. Es posible caracterizar la escritura de Gómara en general--y en particular el texto que me ocupa, la Historia general--como un esfuerzo por articular un consenso oficial a favor del imperialismo y en contra de sus detractores. Por tal motivo la dimensión propiamente historiográfica del mencionado texto de Gómara está recorrida por un evidente afán laudatorio, que celebra la práctica militar y evangélica de los conquistadores, la inserta dentro de un plan divino providencial y la ensalza como justa y deseable desde una perspectiva ética, además de juzgarla necesaria en un plano pragmático. Para valorar el fuerte componente de celebración pro-española que anima este texto, se puede anotar que en la visión de Gómara, el descubrimiento y la colonización de las Indias implican una superación del expansionismo imperial romano y se presentan como el conjunto de eventos más significativo de la historia de la humanidad desde el nacimiento de Cristo.

La Historia general de las Indias presenta una narración histórica que cubre un arco temporal que empieza con el primer viaje de Colón y que culmina en 1550. En este periodo de poco más de cincuenta años, se llevó a cabo la colonización de México, Centroamérica y Perú, las tres grandes áreas cubiertas por Gómara en Hispania Victrix. El proceso mexicano es materia tratada en La conquista de México, mientras que el despliegue español en el Caribe, Centroamérica y la región andina constituyen el centro de interés de la Historia general. Esta distribución geopolítica determina que la obra esté dividida en dos grandes núcleos espaciales: el primero es el espacio caribeño-centroamericano, que aglutina un amplio número de capítulos; y el segundo núcleo es el espacio de los Andes. Mi objetivo en el presente ensayo es demostrar que, en su tratamiento de ambos núcleos geográficos, el texto de Gómara desarrolla un modelo de producción espacial, según entiende Henri-Lefebvre la noción de producir espacios. En otras palabras, si bien su misión incluye el registro de hechos históricos y la descripción de ámbitos geográficos, estos son objetivos secundarios. El propósito central del historiador es reflexionar sobre las estrategias de producción espacial empleadas para colonizar territorios y disciplinar a sus habitantes.

Estas estrategias movilizan un poder performativo para crear, generar y organizar un espacio social: “The spatial practice of a society secretes that society's space; it propounds and presupposes it, in a dialectical interaction; it produces it slowly and surely as it masters and appropriates it”. (Lefebvre 38). Gómara define su práctica historiográfica como la configuración de un modelo ideal, ideológicamente legítimo, para la producción del espacio social colonial. Este modelo ideal prescribe prácticas de control del espacio que suponen estilos de descubrimiento y de conquista cuya ejecución implica un equilibrio racional entre el uso de la violencia militar y el empleo de la persuasión retórica. El eje de este modelo es el héroe descubridor y conquistador, personaje protagónico en torno al cual se articula la experiencia colonizadora. Esta experiencia puede asumir caras contradictorias: puede conducir a la producción de espacios ordenados y productivos, como son los correspondientes al núcleo espacial caribeño-centroamericano; o puede generar espacios convulsos y desgarrados, como son los que corresponden al Perú afectado por las guerras civiles del siglo XVI. En otras palabras, la contraparte necesaria de la postulación de un modelo ideal de producción espacial es el planteamiento de un anti-modelo, versión negativa que debe ser estudiada para explicar las causas del fracasado intento de establecer un dominio estable en la zona andina. Modelos y antimodelos están regidos por héroes positivos y por antihéroes que los encabezan: el ejemplo más claro del héroe positivo es Hernán Cortes, mientras que la figura más antiheroica corresponde a Gonzalo Pizarro.

En las siguientes páginas explicaré cómo la naturaleza del espacio colonial se representa como una consecuencia directa del carácter moral del héroe encargado de liderar las dinámicas colonizadoras. El nivel de moralidad del héroe colonial está determinado, como veremos, por el grado de legitimidad del que goza su manejo de la violencia militar. En cualquier caso, estas figuras individuales, definidas por la tensa relación entre la moralidad y la inmoralidad, funcionan en la Historia general como principios fundamentales de la producción del espacio social de las colonias americanas.

Seguir leyendo en:

http://www.udel.edu/LAS/Vol11-1Castaneda.html


Escrito por

Luis Hernán Castañeda

Escritor. He publicado las novelas "Casa de islandia", "Hotel Europa", "El futuro de mi cuerpo" y "La noche americana".


Publicado en